Fecha publicación: junio 2016
Páginas: 648
Reseña: han pasado muchos años desde que llegó a mis manos el primer tomo de Juego de Tronos y, desde ese momento, no había encontrado una obra de fantasía a su altura, tan intrincada y dura como ella... hasta ahora. La Gracia de los Reyes es un digno sucesor. Una obra dura, en la que encariñarse con algunos personajes es un error. Al contrario que la saga de Canción de Hielo y Fuego, sí que encontramos un personaje principal en esta obra, Kuni Garu, quien puede que se haya convertido en uno de los mejores personajes con los que me he topado en mis andaduras en la fantasía.
La Gracia de los Reyes es todo lo que esperarías de una novela de fantasía y mucho más. Nos encontramos ante un relato en el que se intercalan el amor, la belleza, la calma, la aventura, la crueldad, la tecnología y la filosofía. El autor, pese a haberse criado en EEUU, conserva en su prosa la riqueza de detalles característica de la literatura oriental.
La historia está englobada en una sociedad feudal que recuerda a la China medieval. Eso sí, me parece interesante el hecho de que, a diferencia de otros libros de fantasía oriental que he leído, en este caso vamos a encontrar una diversidad cultural sublime, con diferencias de razas y costumbres. La trama se desarrolla en Dara, una región dividida en diferentes estados Tiro, controlados por diferentes reyes y cuyos límites están marcados por los dioses. Esto se ha mantenido en un estado cambiante por medio de las frecuentes guerras entre los distintos estados Tiro para afianzar su poder. Todo se mantiene igual hasta el día en que el rey Réon de Xana, decide acometer el sueño de unificar todos los estados bajo una misma bandera creando un imperio que aúne las diferentes culturas y costumbres. De esa forma, nace el emperador Mapidéré (nuevo nombre del Réon).
Es en el declive de este Imperio de Xana donde comienza la historia. Kuni Garu y su amigo Rin Coda, se han escapado de la escuela con el fin de ver pasar la comitiva del emperador cuando esta sufre un ataque por medio de un hombre alado (no tiene alas de verdad, pero no quiero quitaros la magia de averiguar el por qué de esas alas ni el cómo hace lo que hace). Desde ese momento se forja una amistad entre estos dos personajes que nada podrá separar.
Al mismo tiempo, en las Islas Tunoa, el joven Mata Zyndu, hijo de mariscales, es entrenado para llegar a convertirse una vez en el mariscal Cocru. Instruido en el arte de la guerra, comienza creer que esta es su forma de vida. Es una persona alta, fuerte y, según las creencias, bendecida por los dioses ya que en cada ojo tiene dos pupilas.
Cuando ambos personajes llegan a la vida adulta, se inicia una revolución en el Imperio en la que se ven envueltos, convirtiéndose en importantes personajes dentro de la misma. Ya no habrá vuelta atrás. Acaban inmersos en un mundo de tramas políticas, guerras sin cuartel y de traiciones del que no pueden escapar.
Eso sí, creo que Kuni Garu es uno de los personajes que más me han impactado en la literatura fantástica. Nos encontramos con un protagonista que parece de todo, menos eso. Un hombre que ha ido escalando poco a poco en la sociedad con un pasado más que cuestionable (desde pícaro, vago y pensador hasta a ladrón de caminos), que siempre ha sido aconsejado por su mujer Jia. Ambos se complementan de forma magnífica. Son consumados actores y saben qué hacer y qué decir en todo momento. Como se suele decir coloquialmente, son capaces de dar la vuelta a la tortilla ante cualquier adversidad.
En cambio, Mata Zyndu, es un hombre de pensamiento recto, estricto y que puede, en ocasiones, ser cruel. No voluntariamente, sino por sus creencias. Al considerar que la guerra es la solución para todo, se convierte en una persona a la que no le importan las vidas de sus guerreros con el fin de alcanzar sus objetivos.
Por otra parte, nos encontramos con el emperador Mapidéré. La corte del mismo intenta traicionarlo con el fin de derrocarlo, queriendo colocar en el trono a uno de sus hijos, mucho más maleable. Hay capítulos dedicados a esta trama, en los que quedan patentes el orgullo y el control que hacen los políticos sobre sus consejeros que me han dejado patidifuso.
Quiero hacer mención especial a las mujeres en esta obra. ¿Por qué? se preguntarán... Pues lo hago por un comentario que vi en Goodreads en el que se pone de manifiesto que las mujeres no pintan nada en la obra: eso es mentira. Es más, creo que sin las intervenciones de las mujeres el devenir de la historia y la evolución de los personajes masculinos no sería los mismos. Mujeres como Jia, Kikomi, Risana, Mira y Gin Mazoti (apuntad los nombres) adquieren una importancia en la obra equiparable a la de los protagonistas de la historia. Aunque es verdad que juegan un papel desde las sombras, pero es que es la única forma en que las mujeres, en la Edad Media, eran capaces de manejar los hilos de un imperio.
Sobre todo, quédense con el nombre de Jia, porque esta mujer me ha sorprendido tanto como lo hizo Cersei Lannister. Jia es una mujer fuerte y totalmente independiente que haría todo lo posible por mantener a salvo a sus hijos y su matrimonio. Una mujer inteligente y audaz, con un sentido del deber impresionante.
Otro detalle que me llamó la atención es la tecnología. Todos sabemos que China era un país adelantado a su época. En él se descubre la pólvora y el papel entre otros inventos. Ese espíritu consigue ser trasladado a la obra, donde la tecnología y los avances juegan un papel muy importante en el devenir de la guerra.
Algo sorprendente es la aparición de los dioses de Dara, ya que tendrán una importante misión en el devenir de la historia al involucrarse en los problemas de los mortales de forma similar a la que los dioses del Olimpo lo hacen en la literatura clásica. Cada dios tiene un campeón cuyo destino será clave en el futuro de Dara y, aunque tengan prohibida la participación directa en los asuntos terrenales, cada uno de ellos se valdrá de sus artes para decantar la guerra hacia sus intereses personales.
En cuanto a la prosa, al igual que en otros autores orientales, es pausada y calma, rica en detalle y con descripciones muy minuciosas. Pero estas partes son intercaladas magistralmente con situaciones donde la acción es predominante, convirtiendo la lectura en un ejercicio ameno. Los personajes están muy bien construidos y consigues conectar con todos ellos en mayor o menor medida. Están muy humanizados, lo que los convierte en personas llenas de imperfecciones, haciendo que el bien y el mal sean relativos.
En definitiva, recuerdo que dije que Arcadia podría ser mi lectura favorita del género en 2017, pero creo que, para bien o para mal, La Gracia de los Reyes la ha superado. Me he encontrado en los último años múltiples fajas (esas tiras inútiles que le colocan a los libros para intentar vender más) con el mensaje: "el próximo Juego de Tronos ya está aquí", y me he llevado decepción tras decepción, pero este no tenía la faja y he acabado encontrando una trama a la altura (si no mejor). Ken Liu ha sido capaz de crear un mundo en el que los acontecimientos y las enseñanzas son totalmente extrapolables al mundo actual (de eso va la cita que os dejo esta vez).
Si os gusta la obra de Martin, debéis probar a Ken Liu, no digo más.
<<En Haan escuché una canción infantil:
Cuando Haan se derrumba, la gente sufre.
Cuando Haan se eleva, la gente sufre.
Cuando Haan es pobre, la gente es pobre.
Cuando Haan es rica, la gente es pobre.
Cuando Haan es fuerte, la gente muere.
Cuando Haan es débil, la gente muere.>>
Sinopsis: La gracia de los reyes es un relato épico de dos amigos que se rebelan contra la tiranía en el ocaso de un imperio. Después de una larga y sangrienta campaña, el emperador ha conquistado el archipiélago de Dara y está intentando consolidar en un estado centralizado lo que antes habían sido poderosos reinos. Pero el precio de mantener unido el imperio es la opresión, la corrupción y trabajos forzados. Dos improbables aliados un guardia de prisión convertido en bandido y un noble desheredado unen sus fuerzas para derrocar al tirano.
En La gracia de los reyes Ken Liu reescribe la fantasía épica desde una perspectiva cultural diferente y abandona sus escenarios convencionales: es un mundo de dioses que lamentan lo que se hace en su nombre, mujeres que conspiran y luchan junto a los hombres, cometas de guerra, aeronaves de bambú y seda, y monstruos marinos.
5/5