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martes, 20 de marzo de 2018

Reseña #139 La Guerra no tiene Rostro de Mujer

Resultado de imagen de La guerra no tiene rostro de mujer debolsilloTítulo: La guerra no tiene rostro de mujer.
Título original: U voini ne zhenskoe lizo.
Autor: Svetlana Alexiévich.
Editorial: Debolsillo.
Fecha publicación: Marzo 2017.
Páginas: 368.

Reseña: hace tiempo, desde que leí Voces de Chernóbil, que la obra de esta autora de origen bielorruso, despertó mi curiosidad y mi interés. En este libro se recoge el testimonio de una gran cantidad de mujeres que pertenecían al ejército de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Me ha sorprendido la gran cantidad de mujeres que intervinieron en las diferentes batallas ya que, si bien conocía su participación como enfermeras y médicas de campaña, desconocía que en muchas ocasiones habían luchado como francotiradoras y en la primera línea de fuego.

Alexiévich cuenta en este libro la otra guerra, no aquella que se enseña en institutos y colegios sino aquella que se recoge desde un  punto de vista mucho más personal, recoge sentimientos, vivencias, dolor, penas y alegrías. Hay capítulos dedicados incluso al amor, la crítica social y, por supuesto, a la muerte. Porque para muchas de las entrevistadas, esto último es lo peor.

Me ha sorprendido cómo las mujeres adolescentes se desvivían por acudir a primera línea, cómo eran capaces incluso de escaparse de casa y alejarse de sus seres queridos, con el fin de defender un país y una idea política. Muchas de ellas cuentan que durante esos años perdieron la menstruación, cómo volvían envejecidas física y mentalmente, cómo luchaban codo con codo con el resto de soldados...

Claramente, estas mujeres que acudieron a la guerra y, que por encima de todo, querían participar y luchar en la misma tuvieron mayores dificultades que los hombres, quienes las trataban con una actitud paternalista y ponían en duda sus aptitudes y capacidades. Pero ante la adversidad, sin una indumentaria adecuada para ellas (muchas cuentan que no podían ni moverse por botas demasiado grandes, por el uso de ropa interior masculina...), consiguieron demostrar al mundo entero su valía, ganándose el respeto y la admiración de oficiales.

Otro tema que tratan es la incertidumbre de saber qué ha pasado con sus seres queridos. Se cuenta la historia de dos hermanas que acuden juntas a la guerra, pero que el no saber si una de ellas cae durante las batallas, las obliga separarse porque al estar pendientes una de otra ponen en peligro sus propias vidas.

Algo que no sabía era la prohibición de Stalin de retirarse del combate. Esto llega a ser importante en la obra, pues en muchas ocasiones, la vuelta a casa no era posible o no conseguía reunir familias porque aquellos que luchaban en el frene y huían, eran enviados a campos de concentración. Esto me ha demostrado que en una guerra no hay "buenos y malos", sino "vencedores y vencidos", y que son los primeros quienes escriben la historia y mitifican las batallas y la gloria.

Es dura la imagen que se muestra en este, libro, pero al mismo tiempo, hay capítulos en los que afloran sentimientos encontrados, porque dentro de la crudeza de la guerra, se ve cómo las mujeres conservan la esperanza de volver a casa y retomar esa vida que siempre habían soñado. Nunca más volverán a ser las mismas, muchas incluso odiarán el día de la Victoria porque las traslada a lugares y situaciones que no querrían revivir, han quedado marcadas, pero a la vez saben que sin lo vivido durante esos años de guerra y necesidad, no serían las mismas.

Es un libro único para todos aquellos a los que la historia del siglo XX despierte su interés, porque narra una historia desconocida para muchos y desde un punto de vista en el que los sentimientos del lector salen a la luz; no solo es un tratado de historia, es vida y realidad.

5/5

domingo, 18 de septiembre de 2016

Reseña #84 Voces de Chernóbil - Svetlana Alexiévich

Resultado de imagen de voces de chernóbilTítulo: Voces de Chernóbil
Título original: Tchernobylskaia Molitva
Autor: Svetlana Alexiévich
Editorial: Debolsillo
Fecha publicación: Octubre 2015
Páginas: 406

Reseña: hasta este momento, ni se me había pasado por la cabeza leer un ensayo, creía que ese tipo de libros no era para mí, que prefería evadirme del mundo que me rodea e introducirme en nuevos lugares en los que mi imaginación fuese la que llevase la voz cantante. Pero, un día, paseando por mi librería preferida me llamó la atención este libro. Un libro que tocaba un tema sobre el que me había interesado, un tema que cuenta una de las mayores tragedias de la humanidad en el siglo XX. Meses pasaron hasta que decidí hacerme con un ejemplar, el miedo a que el libro pudiese conmigo me llenaba... Nunca he tomado una mejor decisión (en lo que a mi vida literaria se refiere) que comprarlo.

Y todo ello a pesar de que no habla del accidente en sí como yo creía. En cambio, toca un tema mucho más interesante. Sin dejar de lado el origen de la desgracia, Svetlana se centra en la vida de la multitud de personas que vivían en las aldeas cercanas a la desgracia, en las personas que, sin saber que arriesgaban su vida, lo dieron todo por solucionar una situación terrible que quiso ser tapada por el gobierno comunista de Gorbachov. Y todo lo hacían porque no eran capaces de sentirse, de reconocerse individualmente. El pueblo ruso era un todo, actuaban una sola persona y, a pesar de los rumores de muerte y contaminación, trabajaban de buena gana para resolver la situación.

La obra de Alexiévich es una crítica social y humana. Una historia que, vista a través de los ojos de quienes la vivieron en primera persona, ayuda al lector a comprender mejor cómo era el sentir del pueblo soviético y cómo Chernóbil fue el detonante de la caída de la URSS.

Ante todo, nos encontramos ante una historia coral, una historia contada desde el punto de vista del pueblo soviético. Desde de más humilde campesino hasta los directores de grandes instituciones poblacionales encuentran lugar en la ora de Alexiévich. Al sumergirnos en la lectura, nos sumergimos también en el nivel cultural y social de cada unos de los soviéticos que cuentan su historia personal.

Las vivencias, impresiones y, sobre todo, el sentir de una nación quedan reflejados en cada una de estos monólogos. El dividir la obra de esta forma, hace que los sentimientos de cada uno de las personas que hablan sobre cómo fue su vida en los días, meses y años siguientes al accidente y la forma en que este ha cambiado completamente su vida, pasando a ser parte del propio lector. El sufrimiento personal lo hacemos propio, pero también las anécdotas que cuentan cada uno de ellos. A pesar de ser un libro orientado hacia la desgracia, es capaz de sacar una sonrisa muy de tanto en cuanto.

Algo que me sorprendió fue cómo la gente compra el accidente de Chernóbil con la Segunda Guerra Mundial y, como en múltiples ocasiones, muchos de estos protagonistas, consideraban que estaban preparados para lo segundo pero no para lo primero.

En mi opinión, el monólogo más desgarrador fue el último, Una solitaria voz humana, una historia de amor que se ve marcada por el dolor que despierta la radiación y la desolación de no poder luchar contra ella de ningún modo, porque ¿cómo luchar contra algo que no ves, contra un enemigo invisible? Y más difícil todavía si el gobierno soviético trata de ocultar un desastre de tales dimensiones para evitar perder parte de su poder a nivel internacional. Ocultar Chernóbil fue la piedra que colmó el vaso en el sentir de los rebeldes de la Unión Soviética, comenzando los movimientos revolucionarios solamente tres años más tarde y fracturándose una ideología que conduciría a la disolución de la URSS en 1991.

Para mí, ha sido un experiencia revitalizante, me ha enseñado a valorar mucho más la vida que llevamos, las ventajas de las que gozamos y el sufrimiento que nos ahorramos en la actualidad.

Es una lectura totalmente recomendable, no se anda por las ramas ni se sumerge en datos técnicos que no todos comprenderíamos. El Premio Nobel de Literatura está totalmente justificado. Me he quedado con ganas de hacerme con cualquiera de sus otros ensayos y sumirme en la cultura soviética.


<<Quiero contarles cómo se despidió mi abuela de nuestra casa. Le pidió a papá que sacara del desván un saco de grano y lo esparció por el jardín: "Para los pajarillos de Dios". Recogió en un cesto los huevos y los echó al patio: "Para nuestro gato y para el perro". Les cortó unos trozos de tocino. De todos los saquitos echó las simientes: de zanahoria, de calabaza, de pepino, de cebolla. De diferentes flores. Y las esparció por el huerto: "Que vivan en la tierra". Luego le hizo una reverencia a la casa. Se inclinó ante el cobertizo. Recorrió los manzanos y los saludó a cada uno.>>


Sinopsis: Premio Nobel de Literatura 2015. 
Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto.» Esto fue lo último que un joven bombero dijo a su esposa antes de acudir al lugar de la explosión. No regresó. Y en cierto modo, ya no volvió a verle, pues en el hospital su marido dejó de ser su marido. Todavía hoy ella se pregunta si su historia trata sobre el amor o la muerte. Voces de Chernóbil está planteado como si fuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, cuyas voces fueron silenciadas durante muchos años por una polis representada aquí por la antigua URSS. Pero, a diferencia de una tragedia griega, no hubo posibilidad de catarsis.


5/5