Título original: Frankenstein or the modern Prometheus
Autor: Mary W. Shelley
Editorial: Alianza Editorial
Fecha publicación: Septiembre 2011
Páginas: 320
Reseña: la historia de Frankenstein me ha conmovido. No era para nada lo que yo esperaba de esta historia. Me imaginaba el mismo prototipo de monstruo de Frankenstein que aparece en la gran pantalla, me esperaba una historia de odio y desprecio, de terror y soledad; pero lo que encontré fue una historia lúgubre y triste, pero cautivadora. Me encontré con un monstruo de Frankenstein más similar al que se puede ver en la serie de televisión Penny Dreadful (ya cancelada).
Eso sí, he visto mucha gente que se posiciona a favor del monstruo, pero debo decir que en la práctica totalidad de la obra me fue imposible ponerme en su lugar. Yo simpaticé mucho más con el creador, con Victor Frankenstein. Me impresiona el ansia de conocimientos que tiene y cómo fue capaz de todo para conseguir demostrar sus teorías. Sí, es ambicioso, y lucha cada día con esa ambición.
La historia comienza con el capitán Walton recogiendo entre el mar helado del Ártico a un Victor Frankenstein desmejorado, desvencijado y venido a menos después de los terribles hechos que han asolado su alma.
Gracias a sus estudios de filosofía natural, Victor consigue dar vida a su monstruo, para arrepentirse ipso facto de sus actos. Tremenda criatura horrible y desagradable a la vista es una aberración (piensa él), y actúa abandonando a su creación a su suerte. El monstruo se siente solo y ansía encontrar alguien con quien entablar una relación, alguien que no huya despavorido al verlo.
El monstruo huye en busca de esta compañía para encontrarse en cada caso con la misma respuesta, el rechazo. Nadie intenta entenderlo, ni siquiera prueban a cruzar palabras con él. Este repudio al que se ve sometido modifica su naturaleza afable, lo vuelve implacable y su único objetivo es hacer la vida de su creador imposible.
A su vez, Frankenstein se ve obligado a abandonar sus estudios al recibir una carta que le informaba acerca de la muerte de su hermano menor, un niño, a manos de un estrangulador. Vuelve a Suiza desde Ingolstadt, la ciudad alemana en que la aberración había despertado y su vida se había truncado.
Una vez llega a Ginebra, Victor descubre la terrible verdad sobre el asesinato de su hermano. Allí, vuelve a revivir su mayor pesadilla y, tras entrevistarse con ella, tiene la misión de crear una compañera. El monstruo le ofrece un trato: su familia a cambio de una criatura con la que poder establecer una relación.
No seguiré contando más, dado que corro el riesgo de incurrir en spoilers y, no quiero privar nadie de esta historia. Sólo decir que el cúmulo de desgracias que acontecen al creador del monstruo me hacen posicionarme en su bando en esta lucha que entabla con su creación.
La historia escrita por Mary W. Shelley es un relato de terror que, a la par, siembra las bases de la ciencia ficción, ese afán por la creación de seres humanos o cuasi humanos, ese afán por el desarrollo científico... son datos característicos de este género.
En cierto modo, Frankenstein es una alegoría de la perversión que puede traer el desarrollo científico; concebido y escrito durante las fases tempranas de la Revolución Industrial, detrás de los experimentos de Victor Frankenstein está la búsqueda de un poder divino: ¿qué mayor poder que el propio acto de creación de la vida? Así, el total desprecio que muestra Frankenstein por la naturaleza puede ser considerado como símbolo de las fuerzas imperiosas que desata el permisivo capitalismo naciente, que no respeta la dignidad básica del ser humano. De hecho, la rebelión de la criatura contra su creador es un claro mensaje del castigo que deriva del uso irresponsable de la tecnología, siendo el mal solo una consecuencia imprevista de este uso.
En cuanto a la criatura, originalmente la criatura no tiene nombre, un símbolo de su orfandad, alienación y su carencia de sentido e identidad humana. Los diferentes personajes de la historia se refieren a él usando diversos apelativos: demonio, miserable, desgraciado... De manera significativa, el término "monstruo" se utiliza pocas ocasiones en la novela. Casi inmediatamente después de nacer, es capaz de ponerse en pie, de caminar y de usar ropas: es pues, en contra de lo que habitualmente ha mostrado el cine, un ser bastante inteligente. Además es muy sensible y emocional, anhela la compañía y el afecto y su único objetivo es compartir su existencia con otro ser dotado de sentimientos, semejante a él. Es muy elocuente y articulado, llegando a hablar y a escribir con gran corrección en francés, y posiblemente también en alemán y en inglés. Admira la belleza, y su mayor placer es ver «las flores, los pájaros y todas las alegres galas del verano» . Tiene inclinaciones pacíficas, y aunque conoce el uso de la carne, prefiere alimentarse de raíces, bayas y nueces que encuentra por el campo, siendo vegetariano. Le gusta leer, y varios de los libros que lee son El paraíso perdido de Milton , Las desventuras del joven Werther, de Goethe (que también excita grandemente su admiración y le introduce en el mundo de las relaciones humanas) y Las vidas paralelas, de Plutarco (que le permiten llegar a conocer los hechos históricos más notables de la Antigüedad).
En definitiva, Frankenstein o el moderno Prometeo es una historia de tristeza, cruda y única. Una historia de desventuras y en la que puedes o no comprender su significado, pero seguramente disfrutarás como ninguna otra. Totalmente recomendada.
Reseña: la historia de Frankenstein me ha conmovido. No era para nada lo que yo esperaba de esta historia. Me imaginaba el mismo prototipo de monstruo de Frankenstein que aparece en la gran pantalla, me esperaba una historia de odio y desprecio, de terror y soledad; pero lo que encontré fue una historia lúgubre y triste, pero cautivadora. Me encontré con un monstruo de Frankenstein más similar al que se puede ver en la serie de televisión Penny Dreadful (ya cancelada).
Eso sí, he visto mucha gente que se posiciona a favor del monstruo, pero debo decir que en la práctica totalidad de la obra me fue imposible ponerme en su lugar. Yo simpaticé mucho más con el creador, con Victor Frankenstein. Me impresiona el ansia de conocimientos que tiene y cómo fue capaz de todo para conseguir demostrar sus teorías. Sí, es ambicioso, y lucha cada día con esa ambición.
La historia comienza con el capitán Walton recogiendo entre el mar helado del Ártico a un Victor Frankenstein desmejorado, desvencijado y venido a menos después de los terribles hechos que han asolado su alma.
Gracias a sus estudios de filosofía natural, Victor consigue dar vida a su monstruo, para arrepentirse ipso facto de sus actos. Tremenda criatura horrible y desagradable a la vista es una aberración (piensa él), y actúa abandonando a su creación a su suerte. El monstruo se siente solo y ansía encontrar alguien con quien entablar una relación, alguien que no huya despavorido al verlo.
El monstruo huye en busca de esta compañía para encontrarse en cada caso con la misma respuesta, el rechazo. Nadie intenta entenderlo, ni siquiera prueban a cruzar palabras con él. Este repudio al que se ve sometido modifica su naturaleza afable, lo vuelve implacable y su único objetivo es hacer la vida de su creador imposible.
A su vez, Frankenstein se ve obligado a abandonar sus estudios al recibir una carta que le informaba acerca de la muerte de su hermano menor, un niño, a manos de un estrangulador. Vuelve a Suiza desde Ingolstadt, la ciudad alemana en que la aberración había despertado y su vida se había truncado.
Una vez llega a Ginebra, Victor descubre la terrible verdad sobre el asesinato de su hermano. Allí, vuelve a revivir su mayor pesadilla y, tras entrevistarse con ella, tiene la misión de crear una compañera. El monstruo le ofrece un trato: su familia a cambio de una criatura con la que poder establecer una relación.
No seguiré contando más, dado que corro el riesgo de incurrir en spoilers y, no quiero privar nadie de esta historia. Sólo decir que el cúmulo de desgracias que acontecen al creador del monstruo me hacen posicionarme en su bando en esta lucha que entabla con su creación.
La historia escrita por Mary W. Shelley es un relato de terror que, a la par, siembra las bases de la ciencia ficción, ese afán por la creación de seres humanos o cuasi humanos, ese afán por el desarrollo científico... son datos característicos de este género.
En cierto modo, Frankenstein es una alegoría de la perversión que puede traer el desarrollo científico; concebido y escrito durante las fases tempranas de la Revolución Industrial, detrás de los experimentos de Victor Frankenstein está la búsqueda de un poder divino: ¿qué mayor poder que el propio acto de creación de la vida? Así, el total desprecio que muestra Frankenstein por la naturaleza puede ser considerado como símbolo de las fuerzas imperiosas que desata el permisivo capitalismo naciente, que no respeta la dignidad básica del ser humano. De hecho, la rebelión de la criatura contra su creador es un claro mensaje del castigo que deriva del uso irresponsable de la tecnología, siendo el mal solo una consecuencia imprevista de este uso.
En cuanto a la criatura, originalmente la criatura no tiene nombre, un símbolo de su orfandad, alienación y su carencia de sentido e identidad humana. Los diferentes personajes de la historia se refieren a él usando diversos apelativos: demonio, miserable, desgraciado... De manera significativa, el término "monstruo" se utiliza pocas ocasiones en la novela. Casi inmediatamente después de nacer, es capaz de ponerse en pie, de caminar y de usar ropas: es pues, en contra de lo que habitualmente ha mostrado el cine, un ser bastante inteligente. Además es muy sensible y emocional, anhela la compañía y el afecto y su único objetivo es compartir su existencia con otro ser dotado de sentimientos, semejante a él. Es muy elocuente y articulado, llegando a hablar y a escribir con gran corrección en francés, y posiblemente también en alemán y en inglés. Admira la belleza, y su mayor placer es ver «las flores, los pájaros y todas las alegres galas del verano» . Tiene inclinaciones pacíficas, y aunque conoce el uso de la carne, prefiere alimentarse de raíces, bayas y nueces que encuentra por el campo, siendo vegetariano. Le gusta leer, y varios de los libros que lee son El paraíso perdido de Milton , Las desventuras del joven Werther, de Goethe (que también excita grandemente su admiración y le introduce en el mundo de las relaciones humanas) y Las vidas paralelas, de Plutarco (que le permiten llegar a conocer los hechos históricos más notables de la Antigüedad).
En definitiva, Frankenstein o el moderno Prometeo es una historia de tristeza, cruda y única. Una historia de desventuras y en la que puedes o no comprender su significado, pero seguramente disfrutarás como ninguna otra. Totalmente recomendada.
"—(...)Podré morir, pero antes, tú, mi tirano y verdugo, maldecirás el sol que alumbra tus desgracias. Ten cuidado; pues no conozco el miedo y soy, por tanto, poderoso. Vigilaré con la astucia de la serpiente, y con su veneno te morderé. ¡Mortal!, te arrepentirás del daño que me has hecho.
—Calla, diablo, y no envenenes el aire con tus malvados ruidos. Te he comunicado mi decisión, y no soy un cobarde al que puedas convencer con tus amenazas. Déjame; soy implacable. "
Sinopsis: Recogido de entre los hielos del Ártico, Victor Frankenstein cuenta su vida y su tragedia al capitán Walton: cómo descubrió el secreto para dar vida a la carne muerta y cómo creó el monstruo que después se rebeló contra él y al que ahora persigue. Surgida de una competencia amistosa entre Lord Byron, Polidori, Shelley y su esposa Mary Wollstonecraft Shelley, "Frankenstein o el moderno Prometeo" es una novela que, si bien responde a las características generales del llamado género gótico, traspasa los límites del mero relato de horror e incorpora rasgos innovadores que la sitúan en los orígenes de las narraciones de ciencia ficción. El optimismo científico, la posibilidad de la animación de la materia alentada por los estudios sobre el galvanismo, las leyendas sobre la creación de golems u hombres artificiales y diversos componentes míticos (Fausto, la bella y la bestia, Prometeo) confluyeron en la creación de un personaje cuya dimensión simbólica le ha valido un lugar indisputable en el imaginario contemporáneo.
5/5
Hola, guapi
ResponderEliminarUmmmm, me lo anoto!!!!!
Muy buena opinión.
Unsaludazo desde la iniciativa
Lou G de Gocce di Essenza BLOG
¡Muchas gracias por pasarte!
EliminarBss
Ummmhhhhh este no me termina de convencer, pero no lo descarto porque creo que a pichurro le podría llegar a gustar.
ResponderEliminarUn saludo
cdc
Así me gusta. No descartando nada jajaja
EliminarSaludos^^
hola!
ResponderEliminarAl principio no me llamaba nada la atención este libro, pero después de leer tu reseña, me he quedado con la mosca. Muy buena reseña!
Un beso 😘
¡Hola!
EliminarYo estaba exactamente igual antes de leerlo, pero desde que empecé no pude parar!!
Saludos^^