Título: Odisea
Título original: Ὀδύσσεια
Autor: Homero
Editorial: Alianza Editorial
Fecha publicación: octubre 2013
Páginas: 520
Reseña: este libro atribuido a Homero, a quién se le atribuye la gran mayoría de los libros helenos incluidos dentro del género literario conocido como poesía épica, fue escrito originalmente en prosa pero la versión que he leído es adaptada a la prosa. Una de las mayores dificultades que se pueden encontrar en la lectura de esta obra es la formalidad del diálogo fruto del hecho de que en la época estaba bien visto el hablar con propiedad y desde el respeto. Dentro de la poesía épica, Odisea es considerada una epopeya (composición literaria en verso en que se cuentan las hazañas legendarias de personajes heroicos, que generalmente forman parte del origen de una estirpe o de un pueblo).
El tema central de la obra hace referencia a las desventuras de Ulises en su regreso a Ítaca para encontrarse con su mujer Penélope y su hijo Telémaco. La verdad es que la pruebas a las que debe enfrentarse Ulises son cada una más complicada que la anterior y siempre vistas desde un punto de fantasía en la actualidad pero desde la más firme creencia de su certidumbre en el período helenístico.
El desarrollo de la obra no es lineal, sino que se presenta con múltiples flashback bien llevados a cabo (no como ocurría en La quinta ola), quedando siempre claro que está englobada entre la Guerra de Troya y su llegada a Ítaca y los acontecimientos allí acaecidos. Muchos lectores cuando tienen en sus manos esta obra creen que solamente narra esa historia del viaje en busca de su hogar de Odiseo, pero nada más lejos de la realidad, siendo una de las más importantes escenas el enfrentamiento de Ulises a todos los pretendientes a su trono y a la mano de Penélope.
Odisea consta de 24 cantos que narran la historia de Ulises, rey de Ítaca, que fue convocado para llevar a cabo el asedio de Troya. Su regreso está complicado debido a que Poseidón lo ha castigado por no cumplir los sacrificios prometidos y haber contradicho su voluntad.
Ulises es un hombre joven y fuerte, es el héroe más grande que jamás había existido, tenía un valor indomable, y aunque tuviese miedo enfrentaba lo que se presentara en su viaje a Ítaca. Penélope era la esposa de Ulises y era una mortal, era una mujer muy bella, su vida lejos de su esposo y acosada por los codiciosos pretendientes, era triste, aunque nunca olvidó a Ulises y siempre confió en su regreso. Ella y su hijo, Telémaco, lloraban con frecuencia juntos por Ulises.
Una serie de personajes del mundo mitológico desfilan en estas páginas ya sea como amigos o como los peligros que debe enfrentar Ulises: Circe era una célebre maga, espléndida en belleza, cuya voz de mujer era tan armoniosa que deleitaba y paralizaba a quienes le escuchaban. Al enterarse que a Ulises no le afectaba su magia permitió que él y sus compañeros fuesen sus huéspedes por un año, visitándolos con túnicas muy ricas. Ella, en su extrema sabiduría, dio consejos a Ulises para enfrentar los peligros que encontraría en el regreso a Ítaca.
Las Sirenas eran seres extraordinarios; eran hermosas mujeres, hijas del mar que, de cintura para abajo, tenían forma de peces. Tenían bellos rostros y las cabelleras flotantes; lo sabían todo. Las sirenas, seres malvados, gustaban de permanecer sentadas sobre la hierba de los prados, a la orilla del mar, entonando bellos cantos. Atraídos por ellas, los marineros, cuyas embarcaciones pasaban por aquellos sitios, no podían resistir a la tentación de desembarcar en la isla y eran asesinados por “las de bello canto”.
Eolo, el dios de los vientos, muy gentil hospedó a Ulises en su hogar durante un mes. En su honor él hizo grandes fiestas y permitió que anclaran ahí sus naves.
Polifemo era un semidiós. Era un horrible gigante muy fuerte, tan espantoso como es difícil imaginar, su estatura era colosal, su corpulencia como la de una mole de piedra y, en medio de la frente, tenía un solo ojo. Era el hijo predilecto de Poseidón, y se ocupaba de guardar sus rebaños y en hacer quesos con la leche que sus cabras le daban. Era caníbal, pues golpeaba las cabezas de los navegantes para después comerlos.
Atenea era la diosa de la sabiduría, llamada Minerva por los romanos. Era una mujer muy bella. Tenía un corazón enorme y se sintió tan conmovida al ver a Ulises día tras día sentado en la orilla del mar mirando las olas, bañado en lágrimas y lanzando tristes lamentos cuando estaba en la isla de Calipso, que decidió socorrerlo. Siendo ella una deidad de alta sabiduría, conocía en lo profundo las muchas penas que en Ítaca afligían a Penélope y a Telémaco a quienes también ayudó.
Hermes era el dios mensajero, también conocido como Mercurio por los romanos “el dios de los pies ligeros” .Tenía unas doradas sandalias aladas que le hacían incansable y que velozmente lo llevaban sobre la tierra y sobre el mar. Ayudó a Ulises en los peligros que tuvo que enfrentar.
La narración abarca los diez años de viajes del astuto Ulises, y los diversos peligros con los que se debió enfrentar. Continúa con la llegada del joven a su isla natal, Ítaca. Allí prueba la lealtad de sus sirvientes, ejerce venganza contra los pretendientes de Penélope, y logra volver a reunirse con su hijo, su esposa y su padre.
La Odisea se transforma finalmente en la metáfora por excelencia del viaje del hombre y los muchos obstáculos que debe sortear en éste, la metáfora del encuentro del hombre con la fortaleza y la fragilidad, con la propia humanidad. Un clásico imperdible.
Es un libro que recomiendo a todo amante de la lectura y del género épico, pero haciendo hincapié en que no se trata de una obra de fácil lectura. Aconsejo tiempo y paciencia porque su lectura completa vale la pena.
Sinopsis: Versión de bolsillo de este poema épico atribuido a Homero. Se cree que fue escrito hacia el siglo IX a.C. Narra la vuelta a casa del héroe griego Odiseo tras la Guerra de Troya. Odiseo tarda veinte años en regresar a Ítaca para encontrarse con su mujer, Penélope, y su hijo, Telémaco.
4,5/5
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